jueves, 3 de septiembre de 2020

VOLVEMOS AL COLE SEGUROS

ALGUNAS IDEAS PARA LA VUELTA AL COLE

DESDE EL DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN.

 

            La vuelta al cole en muchas ocasiones no es fácil, este año, además viene acompañada de la difícil circunstancia de que hemos estado más de seis meses sin ver a los niños y por otra la situación de Pandemia.

            A continuación, os dejamos dos artículos muy interesantes para leer y reflexionar.

https://saposyprincesas.elmundo.es/consejos/psicologia-infantil/prepararse-vuelta-al-cole-postcovid/

https://cuentosparacrecer.org/blog/la-vuelta-al-cole-en-un-mundo-en-pandemia/

 

            Por parte del profesorado del centro, los primeros días vamos a hacer hincapié en dos cuestiones, por una parte, todo lo relacionado con la salud (higiene de manos, distancia de seguridad, autoprotección, …) y por otra parte la gestión emocional, donde todo el profesorado estará pendiente de los comportamientos del alumnado, ayudándole a expresar sus emociones.

            Queremos y para eso estamos trabajando intensamente, que el Cole, tu Cole, sea un lugar seguro tanto sanitaria como emocionalmente.

            Como pautas generales os aportamos las siguientes:

De 0 a 6 años

Entre los 0 y 6 años el miedo de los niños está muy relacionado con el miedo de los padres, que son sus referentes. “Frente a los niños pequeños hay que adoptar una postura segura y transmitir tranquilidad, aunque los padres internamente no se sientan seguros, porque si los críos ven miedo en los padres o en adultos de referencia no solo se contagian, es miedo puede impactarlos a largo plazo, no lo gestionan bien”. A este respecto, importa no solo qué se dice sino cómo se dice:” la angustia de los padres también se transmite por el tono de voz, el estado de ánimo...”

Para Primaria. Tranquilizar sin negar:

En el caso de los niños de Primaria, de entre 6 y 12 años, la gestión de sus miedos depende tanto de lo que perciben en casa como de cómo procesan las informaciones que escuchan de otros niños, que ven en internet o en la televisión. “Se debe hablar de ello, que no sea un tema tabú ni negarlo; si un niño dice y si me contagio qué pasa, los padres no deben decir ‘no te preocupes que no te vas a contagiar’; no se debe negar la realidad, se debe explicar que es una posibilidad pero que cuenta con recursos para evitarlo, como lavarse las manos, usar la mascarilla, ponerse el gel que le hemos comprado...”.

Se trata, de dar a los chavales seguridad, de preguntarles qué necesitarían para no tener miedo de ir al cole. “Con los más pequeños se puede aprovechar el pensamiento mágico para tranquilizarlos, apelando a sus héroes o personajes, dándoles un gel “mágico” para lavarse las manos...”.

Preadolescentes y adolescente: Trasparencia e información.

Por lo que respecta a preadolescentes y adolescentes, en sus miedos impacta más lo que les digan los amigos que lo que les diga su padre o su madre, lo mejor es ser transparentes con ellos, explicarles qué es lo que nos genera sensación de inseguridad o por qué estamos preocupados, qué medidas de prevención han de seguir y que han de cumplirlas, aunque otras familias tengan otros criterios, qué pasará si se contagian o qué protocolos ha establecido la escuela... “Hay que involucrarles en que no sabemos qué va a ocurrir, que hay que convivir con esa incertidumbre, pero que mientras hemos de ser más conservadores y prudentes”.

Estamos desenado volver a veros


martes, 7 de abril de 2020

Salir de la zona de confort




   Hemos pasado otra semana en casa confinados, con nuestros hijos, nuestras familias o incluso solos, por obligación y sobre todo y más importante, porque no queremos contagiar a quien más queremos.

   Pienso en estos días en lo que queda por venir y lo que ocurrirá después.

   Pienso en estos días en lo que ya ha ocurrido y como se han comportado tanto alumnos, como familias y profesorado de mi centro, y he de decir que de forma encomiable; además quiero hacer hincapié en la buena disposición de todos. Cada sugerencia ha sido con cariño y educación; cada propuesta, desde el respeto al otro; tal vez nos hayamos dado cuenta de la empatía para con el de enfrente, y eso me gusta.

   Pienso, a raíz de esto, en algún artículo de psicología positiva que todos hemos tenido de cabecera, donde se proclamaba, donde proclamábamos, yo incluido, la necesidad de salir de la zona de confort para desarrollarse y ser feliz y ahora la vida misma nos ha sacado de esa zona, pero a garrotazos. Sin piedad, ni contemplaciones, estuviéramos o no preparados. Este brusco cambio es lo que me hace reflexionar en el día de mañana, no como fecha, sino como evento vital de mis alumnos y sus familias, de mis compañeros de colegio y mis colegas.

   Cuando uno, como ser psicológico, se plantea hacer un cambio en su vida, hace una proyección de lo que será después de ese cambio, lo visualiza, se lo imagina, y cuándo el cambio viene dado desde fuera, sin que uno mismo lo haya proyectado, ocurre lo mismo que en cualquier proceso de duelo: la negación, la ira, la negociación, la tristeza y la aceptación.

   Si aceptamos que estas emociones nos van ocurrir, seremos capaces de gestionarlas mejor. Además, si aceptamos que estas fases les van a ocurrir a quiénes conviven con nosotros, seremos capaces de ayudarles, sobre todo a los más pequeños.

   Negamos los hechos con memes, chistes, bromas, esperanza y humor, nos ayudan a sobrellevar los hechos. Si relativizamos los hechos que no queremos que ocurran estamos activando mecanismos de defensa naturales.

   Nos enfadamos, nos irritamos y lo pagamos con quién creemos que tiene la culpa, pero en ocasiones no hay culpables, solo hechos objetivos.

   Negociamos con nosotros mismos cómo gestionar la nueva situación, reubicamos nuestras necesidades y nuestra escala de valores. Nos damos cuenta de lo que teníamos y ahora no tenemos, y esa fase engancha directamente con la siguiente, la tristeza, ya que al ser conscientes de la ausencia echamos de menos su cotidianeidad.

   Manifestamos tristeza, en este caso en el que nos está tocando vivir de un modo más tranquilo que cuando fallece un ser querido y allegado, pero el sentimiento es el mismo. Reducimos nuestra respuesta fisiológica, nos manifestamos más abatidos.

   Por fin llega el momento de la aceptación y de asumir conscientemente la situación en toda su plenitud. 

   Estas fases, por las que también pasarán nuestros pequeños, deberían desembocar en la reflexión de lo que está por venir, de sus consecuencias y de los nuevos comportamientos que como adultos les vamos a tener que enseñar. Como adultos, padres, docentes, vamos a tener que remodelar determinados mensajes educativos. Veremos cuáles son, en qué medida y durante cuánto tiempo.

   Termino con esa sensación de haber salido de mi zona de confort, aunque me alegre, a garrotazos.    





jueves, 26 de marzo de 2020

Dos semanas de confinamiento- Covid-19





Hacía tiempo que no escribía en blog, aunque hemos intentado tenerlo como un canal de recursos en sus distintas páginas (familias, alumnos, profesores, orientación, …) pero ahora toca reflexionar y aportar ayuda e ideas sobre la situación por la que estamos pasando.

                  Se trata de escribir una carta abierta a toda la comunidad educativa.



               Estamos terminando la segunda semana de confinamiento y nos queda un largo recorrido por delante, no sé si en tiempo, pero si, en desgaste psicológico. Un recorrido donde tendremos que hacer un esfuerzo todos por seguir adelante, dando lo mejor de nosotros mismos, como hemos hecho hasta ahora.

               Queremos desde el Departamento de Orientación, aportaros algunas reflexiones, estas son fruto de peticiones de profesores, familias y amigos. Reflexiones que esperamos sirvan de ánimo y orientación para llevar lo mejor posible esta situación tan excepcional que nos está tocando vivir y donde somos los co-responsables de llevarla lo mejor posible.

               Lo primero que queremos trasmitiros es que todo el personal del Centro con el Equipo Directivo a la cabeza está a vuestra disposición para ayudaros, orientaros y asesoraros en estos momentos. NO estamos solos aunque estemos aislados.

               Es momento de hacer realidad el dicho, "separar el grano de la paja", de reflexionar sobre lo realmente importante, tanto en nuestras relaciones personales como en las situaciones académicas. 

               Ante situaciones en las que alguno de nuestros hijos tenga dificultades para hacer las tareas académicas que se le han encomendado, nuestra recomendación es seguir los siguientes pasos. Ponerse en contacto con el profesor o tutor, él te dará las indicaciones oportunas. Analiza que situación tienes en casa: de qué tiempo dispones, qué recursos tienes; cada familia es diferente, no hay dos iguales, lo sabemos, por eso estamos abiertos a recomendaros lo mejor en cada situación. Lo ideal es seguir con un horario como el del cole, pero "si me es imposible", pues no pasa nada. Lo importante es que los chicos tengan activa la mente, las tareas y actividades también se pueden hacer por la tarde. "si a mi hijo no le da tiempo", tampoco pasa nada, insisto, expón, tu situación al profesor o al tutor, se encontrará la mejor solución para todos.

               Otras reflexión que quiero compartir con vosotros es que todos tenemos derecho al desánimo, al enfado, a la tristeza,  pero también, como padres y madres tenemos la obligación de satisfacer el bienestar a nuestros hijos tanto físico como psicológico. A todos, en algún momento de esta situación, nos ha invadido una sensación de desánimo y desasosiego, y volverá a ocurrir. Es normal y bueno, porque es un mecanismo de defensa. Compártelo con otro adulto y también adaptado a la edad de los hijos, compártelo con la familia. Esos mismos sentimientos los tenemos todos y entre todos se encuentra el consuelo y la racionalización de la situación.

               Una estrategia es objetivar las situaciones. Hay momentos en los que tenemos lo que se denomina un "secuestro  emocional", donde nuestras emociones se apoderan de nuestro raciocinio. Nos pasa a los adultos y a los niños. Lo mejor es respirar profundamente tres veces, así dejamos que las emociones ocupen su sitio y volvamos a pensar con claridad.

           Tener la mente ocupada, nuestro cerebro no está diseñado para pensar en dos cosas a la vez, si bien es cierto que podemos hacer dos cosas a la vez, caminar y hablar, son actos mecánicos, pero no podemos mantener una conversación mientras hacemos un crucigrama o un sudoku. Os habrá pasado que conduciendo os habéis perdido un parte de la conversación o del programa de radio. Eso mismo es lo que tenemos que poner ahora en juego. Si estamos concentrados en una tarea, nuestra preocupación se mitiga y dejamos de pensar en ella. Por el contrario, cuando nos decimos "deja de pensar en XXX", lo que ocurre es que nos estamos dando la autoinstrucción de pensar en eso mismo.

         Espero que estas reflexiones sean de ayuda y aporten un poco de luz en estos tiempos tan extraños que nos ha tocado vivir.


             Quiero terminar con una última reflexión. El Fundador de los Hermanos del Sagrado Corazón, Andrè Coindre, tenía una frase, que ahora, como entonces, hace ya casi 200 años, está de plena actualidad ÁNIMO Y CONFIANZA.